La enfermedad inflamatoria de vías urinarias inferiores más frecuente en perro es la cistitis bacteriana. La mayoría de éstas infecciones se producen por vía ascendente desde el aparato genital.
Los síntomas que podemos observar son: polaquiuria (aumento del número de micciones), estranguria (micción dolorosa y frecuente), disuria (micción dificultosa, incompleta y dolorosa), hematuria (orina con sangre), piuria (orina con pus), lamido de la región genital…Si la infección se complica afectando a vías urinarias superiores aparecerán más síntomas (fiebre, apatía...).
El diagnóstico se basará en:
- Síntomas.
- Análisis de orina completo (densidad urinaria, análisis bioquímico, citología y sedimento): la toma de muestra ideal será por cistocentesis. Generalmente observamos: proteínas, hematíes, leucocitos (0-5xcampo de gran aumento), bacterias (la técnica ideal sería un cultivo de orina).
- Cultivo y antibiograma de la orina: obligatoria la cistocentesis.
El tratamiento se basará en la administración de:
- Antiinflamatorio no esteroideo (AINE)
- Protector gástrico: siempre asociados al empleo de AINEs.
- Antibioterapia: habrá que valorar detenidamente qué antibiótico utilizamos para evitar la aparición de resistencias, recaídas, infecciones concomitantes, etc.
La cistitis enfisematosa es una forma poco común de cistitis bacteriana caracterizada por la aparición de gas entre las capas de la pared de la vejiga. Este gas es producido por las bacterias que pueden ser E.coli (en casos de Diabetes Mellitus fermentan la glucosa presente en la orina) o Clostridium spp. Se diagnostica por radiografías o ecografía adominal. El tratamiento incluirá el control de la infección y, en su caso, la Diabetes concomitante.